Evocar a Machín es remover los más gratos recuerdos de una generación de españoles que le hicieron suyo, tanto, que puede considerársele sin lugar a dudas, el más español de los cubanos, o por qué no, el más cubano de los españoles.
Machín está en la memoria musical de muchos hombres y mujeres que fundaron familias, acompañadas de la imagen y voz de aquel mulato cubano, llegado un día a España, para quedarse en el corazón de toda una generación.
Decir Machín es sentirnos acompañados y protegidos desde su inconfundible voz, rodeados por sus inseparables Angelitos Negros, es cantarle con amor a nuestra “Madrecita” o vivir “Toda una vida” con “El corazón loco.”
La elegancia y sobriedad en sus interpretaciones, acompañado siempre de sus inseparables maracas, le caracterizaron y ganaron el merecido espacio que hasta hoy ostenta su recuerdo.
Antonio Machín es el bolero en estado puro, la alegría y sabrosura caribeña de sus sones y guarachas, Machín es la savia que alimenta los recuerdos de una feliz etapa musical que hoy cuando le evocamos nos hace sentir vivos y dueños de un pasado que siempre estará ahí, mientras su voz y su recuerdo siga reproduciéndose en cada uno de nosotros.