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miércoles, 3 de agosto de 2011

Pasión Habana de vacaciones hasta el próximo 19 de Agosto.

Amigos de Pasión Habana estaremos cerrados por vacaciones hasta el próximo Viernes 19 de Agosto, fecha en que reanudaremos nuestras actividades.

Regresaremos con  las pilas cargadas a full así que ya tendremos cuerda para rendir a toda capacidad y hacer que cada dia a los amigos que comparten nuestra propuesta les sea mas agradable visitarnos.

¡¡¡Nos vemos el 19 de Agosto. Los días se van volando ya veran.!!!

domingo, 24 de julio de 2011

Luís Tellez en Pasión Habana.

El bolerista cubano Luís Tellez con el acompañamiento muiscal al piano de Juan Antonio Castillo, dedica a Pasión Habana la canción de Rolando Vergara, "Hermosa Habana", gesto que agradecemos y ponemos a disfrute de nuestros seguidores.


miércoles, 6 de julio de 2011

En Pasión Habana Oniel Moises canta Remolino.


En Pasión Habana encontrarás siempre un espacio para la música romantica. En este video Oniel Moisés y Juan Antonio Castillo te invitan a compartir un tema musical de Pancho Cespedes. Animate y date una vueltecita por ese rinconcito habanero en Madrid.

El mojito en Pasión Habana.


Aquí te mostramos como hacemos el Mojito en Pasión Habana. y aprovechamos el espacio para comunicarte que este mes de Julio, de Lunes a Jueves, las primeras cinco personas que lleguen a Pasión Habana podrán disfrutar del mojito o de los otros cocteles que elaboramos, por el modico precio de 3 €.

Antes de cenar, ven a disfrutar con nosotros escuchando buena música y degustando nuestras tapas cubanas.

 Estamos es la Calle Cardenal Cisneros 21. Metro Bilbao. Madrid.
Abrimos desde las 20.00 H.

¡¡¡ AQUÍ TE ESPERAMOS !!!

lunes, 27 de junio de 2011

Yolanda, la canción que Pasión Habana dedica a las mujeres que llevan ese nombre.

Este vídeo fue grabado el sábado 25 de Junio de 2011 en Pasión Habana, en el Oniel Moisés interpreta Yolanda, acompañado por el piano de Juan Antonio Castillo y la percusión de Andrés Sarría y Ernesto Hernández.

Ha sido grabado para invitar a todos los que se animen a acercarse por nuestro sitio en Madrid y quieran cantarle a todas las Yolandas la canción más bella escrita por el cantautor Pablo Milanés.

Este es nuestro más sencillo y humilde regalo, esperamos que lo disfruten y que prenda la llamita de esta iniciativa.

domingo, 26 de junio de 2011

"Yolanda" es mas que una canción.

Pasión Habana convoca en su espacio de la calle Cardenal Cisneros 21, metro Bilbao. Madrid, un encuentro con la canción "Yolanda", la más emblematica de las canciones compuestas por del cantautor cubano Pablo Milanés.

La iniciativa de este evento consiste en reunir al mayor número de mujeres que lleven por nombre Yolanda, para cantarles esa bella canción. Toda  Yolanda que participe en este evento podrá disfrutar de las versiones cantadas por los cantores que intervengan en la actividad.

Con solo presentar el DNI que acredite su nombre Pasión Habana les regala a Yolanda el coctel cubano que más les guste y un presente además de disfrutar de varias versiones de la canción que lleva su nombre. Como también tendrán la responsabilidad de seleccionar la mejor interpretación del tema musical y premiar al ganador.

El premio para el ganador consiste en una cesta con toda la gama de productos de Ron Varadero.

No lo pienses y apuntate ya enviandonos un mensaje a nuestro correo electronico comercial@elrinconcubano.es  o enviandonos un mensaje a nuestro Facebook Pasión Habana.

Te esperamos.

Yolanda,
 Pablo Milanes
Esto no puede ser más que una canción
quisiera fuera una declaración de amor
romántica, sin reparar ni formas darles,
que pongan freno a lo que siento a raudales.

Te amo, te amo,
eternamente te amo.

Si me faltaras, no voy a morirme,
si he de morir quiero que sea contigo,
mi soledad se siente acompañada
por eso a veces se que necesito.

Tu mano, tu mano
eternamente tu mano.

Cuando te vi, sabía que era cierto
este temor de hallarme descubierto,
tú me desnudas con siete razones,
me abres el pecho siempre que me colmas.

De amores, de amores
eternamente de amores.

Si alguna vez me siento derrotado,
renuncio a ver el sol cada mañana,
rezando el credo que me has enseñado
miro tú cara y digo en la ventana.

Yolanda, Yolanda,
eternamente Yolanda.

Yolanda
eternamente Yolanda
eternamente Yolanda

domingo, 12 de junio de 2011

Pasión Habana al cumplirse su primer mes.

Pasión Habana ya  ha cumplido su primer mes de estreno en Madrid y el resultado es  positivo, al tener muy buena aceptación por parte del público que en este tiempo ha ido conociendo el lugar. El espacio es gestionado por el músico cubano Oniel Moisés, quien lleva la responsabilidad de la elaboración de los cocteles que se ofertan en el local, a la vez que con el acompañamiento de Juan Antonio Castillo, ameniza musicalmente de forma informal las noches en Pasión Habana, provocando la complicidad de quienes comparten esta original y auténtica propuesta.



Pasión Habana por su ambientación y decoración, interior evoca a los antiguos clubes nocturnos de la Habana, por su iluminación estrategicamente distribuida y la ubicación a la entrada del local de un piano que acompaña las noches particularmente musicales. El color rojo granate de sus paredes soporta las fotos de la  Habana más entrañable, acompañando fragmentos de canciones dedicadas a la vieja ciudad, escritas en color negro mate e iluminadas para ser facilmente leidas por todo el que llega al sitio. 
 La música  que se escucha por los altavoces ubicados en el local, son  clásicos boleros y sones de la isla que han hecho que la música cubana sea reconocida en el mundo y cantada en los más reconditos parajes del mundo.


Pasión Habana se complementa con un ambiente muy especial donde cada uno de los que conoce el lugar disfruta de su propio espacio y muy a su manera y el público que lo frecuenta   promedia entre los 30 y los 50 años de edad.

Pasión Habana  un espacio de encuentro y celebraciones sociales, siendo escogido para su disfrute por parejas, grupos de amigos y especialmente por bellas chicas, que encuentran en el lugar comodidad, privacidad y fundamentalmente, seguridad.

Pasión Habana es un lugar diferente por excelencia, su propuesta no se parece a ninguna de la ciudad, reune todos los factores necesarios para que todo aquel que visite su espacio disfrute de una velada diferente que de seguro se repetira, como también se repiten los cocteles que  en el se degustan.

El equipo de trabajo de Pasión Habana te recomienda visitar este especial lugar y te invita a disfrutar de la magia de una noche llena de sorpresas y cosas agradables. Te esperamos.



C/ Cardenal Cisneros Nº 21. Metro Bilbao. 28010. Madrid.
Telf- 91 591 2296. Móvil 620 186 756




miércoles, 25 de mayo de 2011

Pasión Habana. Un riconcito de la Habana en Madrid


El Rincón Cubano estrena nueva sede en Madrid. Su ubicación es, C/ Cardenal Cisnero 21. (Metro Bilbao) 28010 y el nombre que le identifica es PASIÓN HABANA. Desde esta sede se coordinan las actividades que organiza El Rincón Cubano, a la vez que cumple su función como Bar de copas.

Pasión Habana ofrece un espacio de encuentro con la Cuba de siempre, donde no puede faltar su coctelería, a base del ron cubano Varadero, como también se elaboran batidos y zumos naturales. La propuesta de Pasión Habana se complementa con una amplía propuesta musical que incluye los temas más conocidos del repertorio popular cubano, así como sus más variados interpretes. Desde los más grandes y reconocidos internacionalmente a los más populares dentro de la isla, son las voces que se pueden escuchar en Pasión Habana.

Pasión Habana es sin lugar a dudas el espacio para sentir Cuba, el espacio físico donde se materializa  El Rincón Cubano, como proyecto cultural. Es la formula perfecta para acercarse a los valores más autenticos de la Isla caribeña, la mayor de las Antillas, la tierra caliente que desborda ritmo y sabor.
 

En el bar Pasion Habana podrá disfrutar de selectos y exquisítos cocteles cubanos e internacionales, donde están presentes el popular Mojito, los Daiquiris, la Piña colada, Caipirinhas o el Cubanito, entre otros, todos ellos elaborados a base de Ron Varadero añejo 3 Años. También puede disfutar de las cervezas cubanas Palma Cristal y Cubanero, productos importados directamente desde la isla, con sello de garantía y sabores
inigualbles.



El concepto musical de Pasión Habana está fundamentado en la versatilidad de quienes desarrollan el trabajo de hostelería al desdoblarse en la faceta de interpretes de la música cubana a manera de descarga cubana expontanea, lo que crea un ambiente festivo y participativo en el lugar.

De Lunes a Jueves en el espacio físico de Pasión Habana se realizarán diversas actividades culturales en  el horario entre las 20.00 y las 22.00, entre ellas, las tertulias musicales sobre música popular cubana, talleres de aprendizaje de la guitarra cubana y talleres de percusión cubana.


Le invitamos a conocer este particular espacio y esperamos que lo disfrute.

El horario de apertura y cierre de Pasión Habana en su primera etapa será desde
17.00 H a las 02.00H de Lunes a Jueves y Domingos
Viernes, Sabados y Festivos hasta las 02.30 H


 

miércoles, 27 de abril de 2011

Un soñador de pelo encrespado.

Por Oniel Moisés.
Claro que cuando lo vi por primera vez en la pantalla del televisor ruso Krin, blanco y negro, que había en mi casa, estaba muy lejos de imaginar que aquel joven de pelo largo, con una verruga en el lado derecho de su rostro, de sonrisa irónica, vestido con una ajustada camisa blanca, vaqueros gastados y viejas zapatillas, , y que cantaba de forma desenfadada:
“ese por quien sueña su hija es el ladrón que os desvalija de su amor soy yo, señora”; se convertiría en un icono para mi.

Corría el mes Mayo de 1973, era el primer concierto en Cuba de Joan Manuel Serrat y se transmitía desde el teatro Amadeo Roldán de la capital habanera. A partir de ese momento se metió tanto en mi piel que los seguía en todas las presentaciones que realizara en la isla. Hasta 1976 no volvió a Cuba, luego hasta 1981.El 23 de Noviembre de 1983 participó del Primer Festival Internacional de la Nueva Canción que se celebró en Varadero (Cuba) con seis días de programación y un coloquio sobre la Nueva Canción evento que por supuesto no me perdí ni un solo día. Se conmemoraba así el décimo aniversario del nacimiento de la Nova Trova. El festival concluyó con una declaración de todos los participantes y la creación de un Comité Internacional de la Nueva Canción en el que junto a Serrat formaban parte Daniel Viglietti, Carlos Mejía Godoy, Silvio Rodríguez, Armando Tejada Gómez, Óscar Chávez, Saen Tokas, Elke Bittrhof y Ángel Parra. Lo vi una vez más en la primavera de 1984 en Cuba presentando un concierto multitudinario en el teatro Kart Marx de la Habana.

Sin dejar de reconocer el merito que tiene Serrat como gran compositor, no puedo obviar que fue su disco “Mediterráneo” el que cambió mi vida. Por ese disco comencé a amar España, sus pueblitos blancos, sus viejas iglesias, sus playas, su gente, de la que tanto llevo en la sangre. Serrat se fue convirtiendo desde entonces en un referente para mi, andaba yo por aquellos tiempos estudiando en el noveno año de secundaria, era un joven inquieto y me iba muy bien aquel modelo, así comencé a cantar sus canciones, vestir informal y hasta deje crecer mi pelo, que se empeñaba en rizarse y mas que largo se convertía en alto. Lo que me traía no pocos problemas en la escuela, así que por entonces gasté unos miles de pomos de vaselina para hacer que mis pelos estuvieran quietos al menos en las horas que permanecía dentro de aquel viejo edificio donde estudiaba. Y el ritual que seguía cuando sonaba el timbre de salida, corriendo al servicio para mojar mi cabeza frotando fuerte para que aquel pegoste de grasa sólida liberara mi abundante cabellera y salir a la calle chorreando agua y con la camisa blanca empapada, pero feliz. Era el soñador de pelo encrespado, el autentico joven inquieto, revolucionario y jodedor cubano.

Fui haciéndome mayor con el tiempo y sus canciones, porque Serrat ha sido como el reloj que ha marcado mi vida, sus discos y cada una de sus interpretaciones me han enseñado el camino correcto, y reconozco que he ido madurando en la misma medida que sus canciones se han hecho adultas. Llegué a Argentina en 1998 y descubrí su disco “El sur también existe” y sentí que el también llevaba en su piel algo de mi, porque yo también soy Cuba, lo sentí al escuchar “Habanera” poema de Mario Benedetti, musicalizado por el.

“Los autos van dejando tuercas en el camino,
Los jóvenes son jóvenes de modo irrefutable
Aquí el amor transita sabroso y subversivo
Y hay mulatas en todos los puntos cardinales”

Por eso en noviembre de 2000 fui a verle al polideportivo de Mar del Plata cuando presentó su disco Tarres/Serrat, me sentí como el niño que entra a una juguetería solo y de noche, hice todas las fotos que quise y pude hacer, pues mi silla se encontraba en la segunda fila a la derecha del escenario. Ese día disfruté como un loco, como si aquello no fuera a acabar nunca, transportandome en el tiempo, escuchando a Tarres vivía nuevamente mis dieciséis años, y a quien veía sobre el escenario era a aquel mismo joven de mis años mozos, como si el tiempo no hubiera transcurrido para ambos.

Y fue justo por aquellos días cuando la agrupación cubana Buena Vista Social Club se presentaba por primera vez en Argentina, el concierto sería los días 22 y 23 de Noviembre de ese año, y el lugar donde se hospedaban en Buenos Aires era en el Hotel Hilton, lugar donde coincidentemente estaba Joan Manuel Serrat, lo supe porque en la recepción me comentó una de las agradables muchachas del hotel, que Serrat conociendo de la llegada de Ibrahim, le había manifestado que le gustaría saludarlo personalmente, cosa esta que al viejo lo puso muy contento por ser un ferviente admirador del catalán, pero que por razones de trabajo nunca habían coincidido en Barcelona, lugar donde reside Serrat y donde Ibrahim pasaba mucho tiempo en sus viajes a Europa, donde se atendía de la vista en un hospital de la ciudad luego de una intervención quirúrgica que allí le habían realizado.

Con mi puño y letra escribí el mensaje de agradecimiento que el viejo le enviaba a Serrat, el cual firmó Ibrahim y entregué en la recepción del hotel para que se lo hicieran llegar. Por razones de tiempo y compromisos no pudieron verse tampoco en esa oportunidad, pero quedaba sellada y manifiesta la admiración mutua que se sentían ambos artistas. Aquello me llenaba de satisfacción y orgullo, algo que también consideraba mío había calado hondo en Serrat y una vez más sentí que mi condición de Serradicto se hacía mas profunda en mi.


Ibrahim Ferrer se hizo culé, como Serrat seguía al equipo Barcelona de fútbol como un catalán más, yo también soy Culé y una cosa muy curiosa es que a la grabación del tema “ te guste o no” incluida en el disco “Cuba le canta a Serrat” el viejo se apareció en el estudio con la camiseta azul grana del Barcá, como para dejar en claro su posición al lado del Nano. Con esta canción que grabó dejó para la posteridad un mensaje de amor y respeto de todos los cubanos para uno de los más grandes artistas españoles que ha correspondido con su amor y vida a esa pequeña isla del caribe que es Cuba.

Yo solo le pido a la vida que no nos deje marchar sin estar uno frente al otro y poder decirle lo que llevo dentro, como diría aquella vez Ibrahim cuando le dije que Serrat estaba en el mismo hotel y quería verlo antes de irse de argentina:
“Ay mijo que te voy a decir, si yo lo tengo dentro de mi corazón y va a ver que operarme pá poder sacármelo de ahí”

La verdad es que me lo demostró con creces. Por eso creo y siento que Ibrahim también le cantó a Serrat a nombre de este soñador que una vez tuvo el pelo largo o alto muy encrespado, ese eterno soñador que siempre seré yo.

lunes, 25 de abril de 2011

Santa Palabra ya hace historia.



La satisfación más grande que pueda sentir un músico, sin lugar a dudas, es llegar al lugar donde se realizará su presentación y saber que el aforo está completo. Eso nos ha sucedido este Sábado 23 en Santa Palabra.

El restaurante ya se hace su propio espacio, por la magnifica oferta de su cocina de la mano de Manuel el chef, el buen caracter y mejor trato de Mercedes y María José las camareras, los cocteles y en especial los daiquirís que prepara Antonio y por la música en directo de Son Iré con Yami la Guajira de Cuba, invitada especial.

Todos estos factores se unen para crear la magia que se necesita para hacer que la noche sea diferente y una noche en Santa Palabra es como para no olvidar, mejor dicho, una noche para repetir. Los músicos de Son Iré, quienes llevamos la responsabilidad de hacer la música en directo, lo hemos experimentado en carne propia o lo que es lo mismo, hemos sido testigo de como Santa Palabra ha ido creciendo y convirtiendo su espectacular propuesta gastronomico-musical en el lugar preferido, ya no solo de los habitantes de la ciudad de Calasparra, sino de los vecinos de los pueblos vecinos.

Santa Palabra hoy ya es un fenomeno gastronómico, uno de esos lugares que van ganando espacio al transmitir su identidad. Nosotros le invitamos a que usted lo compruebe por si mismo, dese una vueltecita por allí y disfrute de este magico lugar que guarda con mucho celo el recuerdo de uno de los grandes de la música cubana, Faustino Oramas, el Guayabero.

Haga su reserva a los teléfonos  968 720 859 / 699 451 555. No lo dude y por allí nos veremos.

jueves, 21 de abril de 2011

Son Iré en concierto. 1º de Mayo en Arte Bar La Laltina.

Él  Domingo 1º de Mayo de 2011 a las 21.00 H, el dúo Son Iré se presentará en concierto desde la sala Arte Bar La Latina, sita en la calle San Bruno 3. 28005. Madrid. Metro La Latina.

"Mi Música cubana" es un recorrido por la historia de la música popular cubana  que emprenden en escena Oniel Moisés, voz y percusión y Juan Antonio Castillo, piano y coros, donde estan presentes anecdotas e historias relacionadas a los grandes compositores e interpretes de los temas musicales más conocidos del repertorio popular cubano.

No pueden faltar en esta propuesta temas como "Tristezas", el  primer bolero de la histoia de la musica cubana compuesto por Pépe Sánchez, o las canciónes "Pensamiento", "Dos Gardenias", "Quizás, quizás", "Besame mucho",  entre otras.

No te pierdas este encuentro con la historia musical de la isla, contada y cantada por dos músicos cubanos que la han vivido de cerca.



Juan Antonio Castillo,  pianista, profesor de música graduado del Instituto Superior de Arte de Cuba,
Oniel Moisés, percusionista y cantante, uno de los hijos del ya desaparecido cantante cubano Ibrahim Ferrer, voz lider de la agrupación Buena Vista Social Club.


martes, 19 de abril de 2011

Son Iré en Santa Palabra

El proxímo Sábado 23 de Abril el bar restaurante "Santa Palabra" de la ciudad de Calasparra, Murcia, se  suma a las celebraciones de la Semana Santa con una cena show donde actuara en directo la agrupación musical Son Iré y su invitada especial para la ocasión, la cantante cubana,Yami.

"Santa Palabra"  desde su apertura ha ido convirtiendo su espacio en un clasico dentro del estilo y propuesta gastronómica, avalada por la calidad y buen gusto de los platos elaborados por su cocinero Manuel, la selecta carta de vinos que ofrece, la amable y personalizada atención de sus camareras María José y Mercedes,  los cocteles elaborados por Antonio y la bien selecionada música que se deja escuchar mientras se degusta tan exquisita cocina.

La música en directo es el complemento de esta propuesta que va ganando espacio y clientela que regresa una y otra vez en busca de los buenos momentos que en Santa Palabra se pasan.

Si aún no lo conoces y estás cerca de la zona de Murcia, acercate a Calasparra, la tierra del buen arroz y pregunta cerca de la Plaza del Ayuntamiento a cualquiera que por ella pasee y de seguro te harán llegar al lugar.

viernes, 8 de abril de 2011

A un año de su ausencia.

Hoy 8 de Abril de 2011 se cumple un año de la desaparición física de Niurka Quiala Herrera principal inspiradora de la creación del Rincón Cubano. Digo desaparición física no como una frase hecha, sino como la realidad que se ha vivido desde su partida. Ha sido un año sin lugar a dudas donde hemos tenido que asimilar su ausencia física, como también reconocemos que ha estado presente en todos y cada uno de los que la conocimos y compartimos su efímera vida. 

Este tiempo ha servido para entender su filosofía de vida y cuanta razón tenía en muchas de las cosas que hacía y decía, una de ella y la más importante, vivir, vivir y disfrutar todo cuanto podamos, fundamentalmente siendo buenas personas y siendo capaces de ayudar a quien lo necesite sin esperar nada a cambio.

Para los cubanos que vivimos por esta parte del mundo, su acelerada partida nos enseño lo importante que es la unión entre todos y la necesidad de compartir nuestras experiencias. Tras su fallecimiento nacío este trabajo que hoy hacemos con El Rincón Cubano que no es mas que la continuidad de su vida, la realización de su sueño truncado por la muerte.

A lo largo de este año  hemos sentido su presencia por la luz con que Niurka nos a estado iluminando y la fuerza que nos ha dado para seguir adelante. A un año de su ausencia, con todo el corazón, con todo el cariño que nos dejó y con todo el amor que debimos darle, seguimos aquí y estaremos para honrar su memoria.

Hoy nos reuniremos allí en Denia, en el mismo lugar que hizo suyo y desde donde partío. Hoy estaremos de fiesta, recordandole con la alegría que vivío. Así la despedimos y así la tendremos presente siempre.

¡¡¡Te queremnos flipá,  te queremos tia buena !!! Tu sigues y seguirás aquí entre nosotros.

Oniel Moisés
8 de Abril de 2011 
Madrid.











jueves, 7 de abril de 2011

Video Promocional de 5ta Avenida.

El Domingo 3 de Abril de 2011, en el local de la calle Luciente nº 7del barrio La Latina de Madrid, sede de la Asociación de Artístas, Creadores y Emprendedores Culturales "Colectivo La Latina" se llevó a vías de hecho la filmación del video promocional del espectáculo "5ta Avenida. International Music Live".

El colectivo del Rincón Cubano.es y los integrantes del elenco artístico del espectáculo quieren hacer extensivo su agradecimiento a la institución y en especial a su coordinador Antonio del Valle, sin su colaboración no hubiera sido posible la realización de esta grabación.

En este espacio les mostramos un adelanto del material filmico realizado por la productora El Rincón Cubano.es

miércoles, 30 de marzo de 2011

El viejo Simón de aquel solar.

Pese a que muchos de los que allí vivían se empeñaban en darle categoría de edificio, siempre fue un solar de vecindario como cualquier otro que se respetara de los barrios habaneros mas céntricos de la capital; El nuestro, ubicado en el numero quinientos seis de la calzada de Monte del municipio Centro Habana, frontera entre los barrios Los Sitios y Jesús María, tenía dos pisos, nueve cuartos en el primer piso y diez en el segundo, baños colectivos, lavaderos de uso común, patio y azotea para tender la ropa de todos los vecinos y un encargado llamado Pancho, un loco recogedor de cartones llamado Roberto y un policía llamado Agustín, la diferencia que distinguía a nuestro solar es que a el se accede por una puerta de madera tallada de color marrón, subiendo una empinada escalera compuesta por treinta y ocho peldaños de mármol blanco, con su respectivo descanso y dos largos pasamanos de caoba muy lustrosa , razones por las que tal vez nuestros vecinos no se consideraran habitantes de un solar sino vecinos de un modesto edificio de apartamentos, si es que aquellos podían ser nombrados como tales.

Cuando llegas al ultimo escalón, falto de respiración después de el semejante esfuerzo físico que conlleva a subir treinta y ocho espaciosos escalones, de esos donde te caben el pie completo y aun te sobra un pequeño espacio por detrás del zapato, siempre que estés en la media de los normales que usamos hasta una talla cuarenta y dos que en Cuba viene siendo el siete y medio, allí a esa altura se abre un espacioso patio al aire libre, con unas claraboyas de grueso cristal verde que dan luz a la mueblería “ La Moderna” ubicada en los bajos de nuestro inmueble. Y justo a la derecha se ubica un pequeño viejo y destartalado vertedero, que en el argot popular no es más que un lavadero con su pila de agua y su poceta de cemento, donde los vecinos le daban diferentes usos, pero al que mejor le venía era a Simón el ilustre pescadero y decimista vecino del apartamento C, pues utilizaba aquel fregadero, vertedero o lavadero, como su lugar predilecto para afeitarse.

Todas las mañanas cuando me iba a la escuela lo encontraba navaja de afeitar en mano, su cara enjabonada hasta nada mas dejar sus pequeños ojos visibles y tarareando alguna décima, allí tenía también ubicado el cargador para las pilas del aparato que le ayudaba a sobrellevar su sordera crónica y allí a la altura de su cabeza una jaulita con su sinsonte “Clavelito” que trinaba de lo lindo en las mañanas, alegrando las afeitadas de nuestro buen Simón.

Simón era un viejo verde, siempre le gustaron las muchachas jóvenes y mas las mulatas, eso si, siempre fue muy respetuoso con todos sus vecinos, que lo querían y también le respetaban. El mote de “Simón el pescadero” se le quedó, porque tuvo un puesto de vender pescado fresco en el mercado de la calle Monte y Arroyo y la categoría de decimista porque cantaba en los guateques improvisando versos y respondiendo a rivales.

De viernes a Domingo por las tardes después del baño, vestía de guayabera blanca, y muy perfumado bajaba las escaleras mientras canturreaba alguna tonada campesina. Por aquellos tiempos como muchacho al fin yo prefería sentarme en el ultimo escalón mirando hacia la puerta de la calle, antes de estar encerrado en mi casa, junto a otros de los muchachos que convivían en aquel edificio o solar y aclaro lo de solar porque un inmueble con patio para tender en común, lavaderos y baños colectivos, no puede ser mas que un solar pá arriba, como decía mi hermana pequeña cuando le preguntaban donde vivía. Pues bien allí me sentaba aquellas tardes y era como algo sincronizado, no hacia más que poner el fondillo en aquel frío mármol que conformaba el ultimo escalón y ya se abría la puerta de la casa de Simón de donde salía acompañado de Toña su mujer quien venía hasta la baranda a despedirlo. Después del beso de rutina y las preguntas y respuestas habituales. ¿llevas los espejuelos? Si, ¿llevas la cartera? Si, ¿llevas pañuelo? Si, ¿llevas menudo para la guagua? ¡Si vieja, lo llevo todo!. Y así daba por terminada la ronda de preguntas.

 Ponía el pie en el escalón disponiéndose a bajar y se viraba hacía mi diciéndome una frase que usaba “el encargado” un personaje del popular programa radial “Alegrías de sobremesa”,“tu eres Rufino del Pino y Saigagoitia, el hijo de Pichilingo y Puchucha, pero las chachas te dicen: y aquí venía la frase del día, la sacaba del programa que se emitía a las ocho de la noche anterior, o sea que siempre escuchaba algo diferente, que bien podía ser: “fosforito, flaquito y cabezón, pero cuando te frotan te enciendes” o aquella de: Macao, prietecito y pegajoso. Lo que yo escuchaba cada día eran verdaderas ocurrencias y tal ves alguna sería hasta de su propia cosecha, porque muy atento me ponía a oír el programa que se retransmitía a las doce del mediodía y muchas veces no coincidía con la frase del día.

Así fue durante varios años, desde mil novecientos sesenta y cinco que se comenzó a emitir el programa radial por la emisora Radio Progreso, la responsabilidad del guión humorístico a lo largo de trenita y nueve años ha estado siempre a cargo de Alberto Luberta, a quien yo culpaba en mi niñez y adolescencia de que Simón me endilgara aquellas comparaciones que según el me caracterizaban muy bien.

El personaje del encargado del programa “Alegrías de sobremesa” desapareció cuando murió el humorista José Antonio Rivero, pero no por eso dejo Simón de seguir con aquella costumbre de ir bajando las escaleras dedicándome alguna de sus ocurrencias, las cuales supongo debía preparar con sumo cuidado cada noche antes de irse a dormir para el siguiente disparármelas a boca é jarro, como si de sumar un triunfo se tratara en aquella ya larga carrera.

A decir verdad fueron muchos años de frases hechas, y si alguna vez Simón se indisponía y faltaba a su costumbre ya era tanto lo que le extrañaba, que le tocaba a la puerta a Antonia su mujer para verlo y entre col y col preguntarle si no tenía uno para ese día. Y era tan buen humor el que tenía el desgraciado que aún en su dolencia era capaz de prepararme uno y soltármelo para sorpresa mía.

Ya para esa época estaba yo un poco más crecidito y por tanto un poco más atrevido, por lo que en las mañanas, camino a la escuela, pasaba por el lado del viejo Simón, pijama más arriba de la cintura, camiseta blanca y chancletas de palo con goma de bicicleta en sus blancos y delgados pies, su cara enjabonada hasta los ojos y la vieja navaja comenzando su labor de rasurar el rostro de aquel hombre viejo pero de piel lozana, y le decía sin malicia alguna, solo por atacarlo de alguna forma, “ a ver si esta va a ser tu ultima afeitada viejo verde” el se reía alejando el filo de la navaja de su cara y me respondía invariablemente, “ vaya a que lo zurzan”.

La sordera de Simón también se acentuaba con el tiempo por lo que tuvo que cambiar de aparato que lo ayudara a escuchar y con el un cargador de pilas más grande y con capacidad para cargar dos a la vez, siguiendo su vieja costumbre, lo colocó en el lugar del anterior, al lado de la jaula de Clavelito su sinsonte, aquel pobre pajarito que ya por esas fechas ni cantaba, pero que estoicamente defendía su privilegiado lugar sobre el vertedero.

Simón religiosamente colocaba las pilas a cargar por la noche antes de irse a dormir, eran unas pilas de cuarzo que casi por casualidad descubrí eran iguales a las que usaba un reloj digital que mi padre me había regalado, lo descubrí porque un día apenas se encendía la pantalla lumínica roja donde aparecían los números que indicaban la hora y en mi afán por descubrir el por qué de las cosas cotidianas, lo abrí y saqué la pila que al parecer ya estaba en las ultimas, con el propósito de que volviera a la vida me dispuse a fabricarle un rustico cargador, para ello utilice un transformador de 9 volt de los que usaban los radios Caribes, muy de moda por aquellos años, colocando dos finos alambres de cobre en sus patas y enredando cada uno a la parte que sostiene la ropa un palito de tendedera, la pila a cargar la colocaba justo en ese lugar donde por arriba le quedaba un cablecito y por debajo otro, o sea que de esa forma lograba que le llegara la carga a mi agonizante pila, y se hizo el milagro, la pila se calentó a reventar, hasta se inflamó un poco, pero recibió carga, la necesaria como para encender la pantalla lumínica y hacerme sentir su salvador.

 A la segunda vez de aquella operación, fue cuando descubrí que la pila de un sordo y la pila de un reloj japonés eran iguales y allá me fui a colocar en el cargador de Simón, mi dañada pero aguerrida pila de cuarzo. Por supuesto, mientras, me tomé una de las que ya estaban cargadas y al colocarlas se hizo la luz, la pequeña pantalla de mi reloj Casio se iluminó radiantemente. Te aseguro que nunca más utilicé la pila mía, como la conocía, primero las miraba y las seleccionaba descartando aquella que se había abofado un poco en su primera y rudimentaria recarga eléctrica.

Poco más de un año estuvimos en aquel romance, Simón dándome la lata con sus frasecitas hechas, yo anunciándole su ultima afeitada, el mandándome a que me zurcieran y yo metiendo el cambiazo con sus pilas, un romance que se extendía en el tiempo, algo que a fuerza de costumbre se había convertido en ley, ya no podíamos faltarnos el uno al otro, pero como todo lo bueno se acaba, un día me llamaron a cumplir el servicio militar y poco tiempo después a mi madre le dieron casa en el reparto Alamar, y nunca más volví a vivir en aquel entrañable solar que tan buenos momentos en mi niñez y parte de mi adolescencia me había brindado. Pero no por eso dejé de visitarlo y aunque ya había cambiado de reloj todavía cuando subía las escaleras lo primero que hacía era mirar hacia el vertedero, buscando el cargador y al sinsonte.

Un día de esas visitas esporádica que hacía, no encontré más a Clavelito el sinsonte, su jaula estaba vacía, en el lugar del cargador solo quedaba una marca despintada y sucia, el pedazo de espejo no estaba colocado a la misma altura de siempre y aquello me causó mala impresión, en un mes desde mi anterior visita todo había cambiado y en un momento pensé en la ultima afeitada del viejo Simón, de quien sabía muy enfermo ya, pero al ponerme al día de los acontecimientos con los vecinos que quedaban viviendo aún en el solar, pude saber que Luisa, la hija de Simón y Toña, se los había llevado a vivir con ellos, ya que estaban los dos muy ancianos y él un poco achacoso con sus problemas en la próstata. Aquello me reconfortó y me propuse visitarlos en cuanto pudiera.

El día que fui a casa de Luisa, subí las escaleras ensayando las palabras que le iba a decir al viejo Simón cuando estuviera frente a el, y la cara que pondría para no reflejar pesar por su estado, y hasta ensayaba los gestos de mis manos, para no delatar mi estado de animo, pero aquello no sirvió para nada, en cuanto escuchó mi voz, salió de la habitación con su indumentaria invariable, pijama de rayas hasta la barriga, camiseta de tirantes y chancletas de palo y con su rostro bien afeitado y reflejando alegría mientras los dos comenzábamos a recitar al unísono: “tu eres Rufino del Pino y Salsagoitía, el hijo de Pichilingo y Puchucha pero las chachas te dicen; ahí nos quedamos callados, nos abrazábamos, a mi se me inundaban los ojos de lagrimas mientras escuchaba su voz entrecortada diciéndome al oído, “ya te extrañaba cabrón”, aquello me envalentonó y separándolo para mirar su rostro le dije:

“A ti las chachas te dicen que estás como rail de tren, largo, frío y tiráo por el piso”

Se echó a reír con ganas y me volvió a abrazar, de pronto siento que toma mi brazo izquierdo y retirándose un poco me pregunta: ¿cambiaste de reloj?, con modestia le respondí que si, que el otro me estaba dando problemas y que no me funcionaba bien, a lo que me respondió, “claro como no te iba a dar problemas si cuando te fuiste del edificio se te quedó el cargador”, lo miré sorprendido y volvió a la carga, “ no te hagas el comemierda que tu sabes bien a lo que me refiero”. En ese momento sentí vergüenza y creo que hasta me ruboricé porque el advirtió o se lo inventó, que me estaba poniendo colorado, “ pero tu creías que yo no sabía que me cambiabas las pilas todas las noches, lo supe porque al principio la que tu me pusiste a cargar me duraba muy poco y la vi un poco deformada, pero ni idea tenía de por qué, hasta que un día estando en el segundo piso en casa de Manolo, cuando ya iba a bajar a mi casa te vi cambiándolas, nunca te dije nada porque sabía la ilusión que te hacia tener tu reloj funcionando bien y para mi era una forma de ayudarte, aparte que no me afectaba en nada, porque yo solo he usado siempre una sola pila para todo el día, muchas veces desconectaba el aparatito pá no escuchar las descargas de Toña a si que me sobraba con la carga que cogían”.

Nos reímos a carcajadas, cómplices de nuestro secreto romance, y así lo conservo en mi memoria, ya el viejo Simón no está, pero en mí quedó grabado para siempre su recuerdo y su ejemplo de hombre bueno, trabajador, honrado, respetuoso, fiestero, jodedor, jugador, mujeriego, bebedor... mejor no seguir enumerando sus virtudes para tener un buen final. En todo este tiempo he deseado dondequiera que esté mi buen Simón se haya podido reencontrar con Clavelito su sinsonte, renovar su navaja de afeitar y las pilas para la sordera, para que me escuche cuando le recite “Yo soy Rufino del Pino y Salsagoitia, el hijo de Pichilingo y Puchucha pero las chachas me dicen: “Tabaquito Cohíba Robusto”, de buen color, buen aroma y bien torcido, que cuando me encienden quemo parejo y hecho mucho humo, pero que me aprovechen bien que me consumo rápido”

El hablar que alimenta.


Esa dichosa manía que tenemos los cubanos de ir hablando con todo el mundo a donde quiera que llegamos, a veces es bueno y otras no tanto, pero lo que no se puede negar es que pá los cubanos no hay miedo escénico. Sea dentro o fuera de la Isla, la verdad es que si nos quedamos callados, reventamos. No se concibe a un cubano poniéndose en una fila y pasar mas de diez minutos sin que le pregunte cualquier cosa al de adelante o al que se ubica detrás de el, digo cualquier cosa porque en verdad cualquier tema le viene bien con tal de no pasar un rato aburrido. Tal vez de ahí venga la fama de no caer en estrés ya que si asumiéramos la actitud del mutismo, el hecho mismo de tener que ponernos a pensar en los problemas que envuelven la vida cotidiana, lo que nos provocaría sería una tremenda depresión, termino que en Cuba aún está por conocerse.

El cubano es atrevido por naturaleza y artífice de las relaciones publicas; véase a un cubano en un aeropuerto como el de Barajas, frente a los monitores que anuncian la llegada de los vuelos internacionales, se desespera, no sigue el orden lógico de ir mirando los listados consecutivamente, solo quiere encontrar lo que busca, ya, así de inmediato sin perder tiempo y entonces recurre a un método funcional, preguntarle a la persona que esta a su lado, que por supuesto está cumpliendo con el riguroso ritual de buscar vuelo a vuelo el de su interés, ¿si el avión de Iberia que viene de la Habana aterrizó y si sabe por que sala?. ¡coño, viejo búscalo tu mismo! Pero no, eso no es lo que le responde la amable persona a la que se dirige que casualmente habla castellano y espera también a alguien que vuela desde Cuba, solo que por otra línea aérea, interrumpiendo su búsqueda va y le señala en el monitor correspondiente donde está anunciado lo que busca el cubano el que se deshace en agradecimiento mientras se aleja corriendo al lugar de desembarque. Si la situación sucede en un avión, en una parada de autobús o en el metro sería igual, solo que la gente le miraría un poco como sorprendida y hasta pensaría que esta loco, por no ser lo habitual y cada uno ir a su aire sin muchos deseos que le interrumpan en sus secciones de estrés, sumándole a esto la capacidad del cubano de volar sobre las palabras y comerse las consonantes, lo que ocasiona que el receptor solo escuche articulaciones en forma de gruñidos, algo que ocasiona mucha mas molestia.

Pero el cubano solo sigue su instinto comunicador, lo mismo le comenta sobre la situación política en el medio oriente, incluida la solución al conflicto, sobre la ultima entrega de los premios Grammys, el estreno del jueves o lo que pasó con Dayron el cubano de la casa de Gran Hermano.Todo cubano que se respeta en la profesión innata de comunicador social sabe bien como entrar en contacto con el medio que lo rodea, utilizando la palabra clave, el gesto imprescindible o el ruido necesario para sacar del silencio a su elegido, quien pocas veces se resiste a sus encantadores comentarios fluidos y lucidos, aún cuando sea de esas personas que le importa un bledo que a su lado se caiga un edificio, se incendie un autobús o una fiera escape del zoológico de su ciudad, basta que el acento descubra al cubano para que enseguida exista reciprocidad de entendimiento y por supuesto las infaltables interrogantes, ¿como saliste de Cuba?, ¿ que va a pasar cuando muera Fidel? o ¿como te tratan por acá?, temas en los que el cubano está bien preparado para responder.

En fin que en verdad, el cubano es bien recibido en cualquier punto de la geografía mundial, tomándole como algo propio enseguida y hasta le protegen con cariño y admiración. Realidad esta que es asumida con orgullo por la especie, si porque el cubano es una especie única, especie rara que habla tres idiomas únicos, habla castellano, habla por teléfono y habla mierda como nadie, pero de que se comunica rápido, dalo por hecho.
Yo conozco uno que puede estar hablando toda una noche sin parar, habilidad adquirida en las largas jornadas nocturnas de guardias del CDR allá en su barrio habanero, o en los velatorios donde descargaba la reserva completa de los chistes de Pepito o en las interminables noches de pesca de orilla sentado en el Malecón, dando muela con el compañero de al lado para no dormirse y así obtener sino una buena ensarta por lo menos un catarro digno. El Goyo, que así le dicen a mi conocido, es una especie muy especial de cubano hablador, imagínate que trabaja como tabaquero en una fabrica de puros habanos en la que pasa casi ocho horas sin hablar, porque el que allí habla es el lector de tabaquería y lo único que se puede hacer es torcer y torcer hojas de habano hasta el cansancio.

Cuando el Goyo sale de la fabrica es como si destaparan una olla de presión recién bajada del fuego, recorre la distancia hasta su casa sin parar de hablar, va saludando a todo el que se le cruza en el camino, con el chofer del autobús, con la viejita que le da el ultimo en la cola del pan, con la enfermera de la posta medica donde se toma la presión y hasta con los muchachos que juegan a las cuatro esquinas con pelota de goma. Nada que el Goyo sin hablar no es nadie, es como si no existiera, por hablar habla hasta dormido que ya es mucho decir.
Pues un día el Goyo no pudo hablar, una mañana en que su potente voz quedó reducida al susurro, lo notó cuando a las cinco de la mañana se levantó como de costumbre para irse a la fabrica y se paró delante de Ruperto, un loro que le había regalado un hijo é puta en una zafra del pueblo allá por Camaguey, y el “¿como está mi lorito hoy?” de todos los días no le brotó, cosa que sorprendió mas a Ruperto. Muy preocupado se fue a trabajar y de regreso en total silencio ante el asombro de sus machacadas victimas del diario, llegó a la consulta del medico de la familia de su cuadra, este lo reconoció y le diagnosticó una afección muy seria en las cuerdas vocales que con un prolongado tratamiento y un plan medico le devolvería la voz, pues sepan ustedes que la preocupación más grande que tenía el Goyo era que muy pronto saldría de viaje a Alemania , viaje que se había ganado como estimulo por buen trabajador, mejor dicho, trabajador vanguardia y se preguntaba a si mismo para que carajo iba a hacer aquel viaje si no podía hablar, en un caso normal de ser humano o en el caso de otra especie humana que no fuera la cubana, la preocupación sería por no poder caminar, o no poder ver, pero hablar, eso solo le preocupa al cubano y mucho más al Goyo que no concebía su viaje sin poder entablar conversaciones con sus compañeros de viaje.

Corriendo se fue a ver al medico de los pies descalzos, ese que en Cuba atiende sentado sobre una esterilla consultando los caracoles y a los orishas se encomendó, y entre otras cosas les prometió que si antes de salir de viaje le devolvían la voz, cuando regresara estaría un año entero sin pronunciar palabra. Pues con unas gárgaras de un liquido medio naranja y rojizo obtenido de yerbas medicinales, que estuvo haciendo durante los siguientes siete días, amaneció al octavo frente a Ruperto como si nada hubiera ocurrido con anterioridad, como si los días de silencio no hubieran pasado, más que en una pesadilla, el habitual ¿cómo está mi lorito hoy? volvió a reinar en la casa.

Y llegó el viaje y por supuesto el regreso, como buen cumplidor de promesas a partir de su llegada a la Habana se sumió en un silencio total, imagínate, que no pudiera contar lo que había vivido y visto en aquel viaje, era algo muy fuerte para el y así transcurrió aquel año de mutismo prometido, en el que para pasarlo mejor se iba a la Catedral de la Habana en los horarios que permanecía abierta y solo leía o escuchaba misa, se conoció así todas las iglesias de la Habana, un año interminable de silencio irrompible, y así llegó el día trescientos sesenta y seis y para asombro de todos lo que lo conocían, como si, recién regresará de aquel viaje que un año antes había realizado contaba hasta el ultimo de los detalle, y era tanta la pasión que le ponía a sus relatos que hacía pensar que un poco se le iba la mano en fantasías.

Pero nada que el Goyo se la estaba desquitando y si algo se le había olvidado lo sustituía por su imaginación de conversador empedernido. Indudablemente, son cosas de cubanos que nos hacen ser un poco diferentes y lo más jodido es que lo sabemos y muchas veces nos aprovechamos de ello, pero bueno la defensa es permitida ¿no? Pero que en verdad no creo le hagamos mucho daño a nadie.

Un son de altura.

El Patio de la Catedral llegó a convertirse en un referente obligado para el turismo que visitaba Cuba. Por ese nombre se identifica la posición que ocupa desde hace ya muchos años el Restaurante “El Patio” , enclavado en la plazoleta donde se ubica La Catedral de la Habana, en pleno corazón del casco histórico de la Habana Vieja.Por ese tiempo trabajaba yo con Iraché, un Septeto de música tradicional cubana, compartiendo con tres agrupaciones más la responsabilidad de amenizar las largas jornadas de aquel recinto turístico.
Un día nos avisa la gerente para tocar en un almuerzo que organizaban los ejecutivos de Havana Club, con todos sus trabajadores y alguno de sus más importantes clientes, la razón de esta actividad era despedir el año en colectivo y de paso estimular a los mejores comerciales y empleados de esta importante firma mixta, la fiesta se realizaría en la segunda planta del restaurante, y como tal se llevaban a cabo los preparativos.

Yo nunca había visto tanto movimiento en el edificio, iban y venían los camareros llevando manteles, cubiertos, servilletas, copas y todos los utensilios relacionados con la gastronomía de altos vuelos, y a aquella locura nos sumamos nosotros los del grupo musical, trasladando por las escaleras nuestros instrumentos, puede imaginarse usted lo que estorba subir un contrabajo por una escalera donde los camareros como incansables hormigas van y vienen. En una larga fila de estos insectos tan laboriosos colóqueles un obstáculo y verá el despetronque que se arma, pues así sucedía mientras el Indio nuestro contrabajista, elevaba a las alturas su voluminoso instrumento.

Cerca de las cuatro de la tarde, cuando ya habían almorzado todos, comenzamos a tocar, solo algunos rezagados comían el postre y muchos empinaban el codo, se repetían los brindis, los abrazos, los saludos, parecía como si después de aquella tarde no se iban a ver más. Cuando habíamos interpretado los dos primeros temas musicales, se nos acercó uno de los organizadores y nos avisó que iban a realizar la entrega de los reconocimientos y regalos, cosa que nos venía muy bien porque así calmaban un poco los ánimos y cuando tocáramos nuevamente nos prestarían mas atención, algo que sin lugar a duda le gusta a todo músico que respete su trabajo.

Pasada la ceremonia de entrega de premios, quedaron todos en sus mesas sentados, el murmullo se redujo a cero cuando comenzamos a tocar el tema “Corazón partío” de Alejandro Sanz, muy de moda por aquellos días y que modestia a parte, nos quedaba muy bien. Pasadas las primeras estrofas de la canción, justo antes de entrar al estribillo, paramos la música y me dirigí a los presentes invitándolos a bailar, haciendo un recorrido con la mirada a lo largo y ancho del salón pude percatarme por primera vez que habían muchos más hombres que mujeres, pero no desanimé y seguí con mi arenga,tomando como referencia la mesa situada frente a mi, dirigiendo la mirada a un hombrecito con cara de querer y no poder le dije sin más preámbulos:

¡vamos hombre que hoy aquí baila hasta el cojo!

Me quedé paralizado, aquello que sucedió no me lo esperaba ni de broma. El hombrecito con una voz gruesa que retumbaba en el silencio que se fue haciendo en aquel salón, me respondió. “Yo quisiera pero soy el que menos puedo” mientras levantaba dos muletas para mostrármelas. Que puntería, había escogido justo al cojo, para que me cagara la tarde y mientras mi cara iba retomando su color habitual los hijoeputas integrantes de la agrupación musical habían comenzado a tocar un tema muy recurrente.
“El paralítico” y con fuerza coreaban como para salvar la situación, “suelta la muleta y el bastón y ven a bailar el son”...

Aquello resultó efectivo porque la gente comenzó a levantarse para bailar, hasta sacaron al cojo para el centro del salón. Se convirtió aquello en una locura, pues el ron Havana Club corría como un río y aquella gente no paraba de beber, al cabo de una hora ya estaban todos para terapia de grupo. En eso se me acercó la gerente y me pide que haga algo para que fueran dejando el salón vacío porque a las seis de la tarde tenían otra actividad y había que preparar todo. Lo único que se me ocurrió fue ir pasando la voz a los muchachos del grupo para que desconectaran los instrumentos mientras León el percusionista, tocaba los primeros compases de una sabrosa conga, al ritmo de “hasta Santiago a pie” se fue formando una larga fila recorriendo todo el salón y cuando ya vimos que todos estaban enganchados en aquel tren musical, enfilamos las escaleras.

El propósito era bajar hasta la planta principal y de allí salir hacia la calle bailando todos, ya cuando estuviéramos en la plaza, haríamos el cierre musical, le dábamos las gracias y cada uno para su casa. Menudo lío el que armamos, cuando estábamos saliendo me volví y pude ver entre tantos bailadores la figura del cojo que lo traía un francés cargado a hombros y golpeando las muletas a forma de clave era quien animaba a que aquello no se acabara, mientras coreaba “ yo no puedo parar, ni aunque venga la policía, yo no puedo parar”...

Pues si que tuvimos que parar porque la policía no hacia falta que viniera, estaban siempre allí, con aquellos trajes negros, sus boinas del mismo color y sus perros pastores alemanes, totalmente antimusicles tan de moda por aquella época en la Habana Vieja, como Alejandro Sanz y su “Corazón partio”, pero que a la verdad por esa ocasión nos habían salvado la campana.


El rugir no hace a la fiera.

En estos días que se acercan  las  vacaciones de Semana Santa  y que como todos los años me voy con la familia a la costa ocasión que aprovecho para a tirar un pasillito al ritmo de la música cubana en los centros nocturnos donde se hace la música en directo, esto me hace recordar cuando no tenía ni idea de cómo se bailaba un buen casino o el son cubano y es que siempre me han gustado los bailes populares pero realmente aprendí a bailar casino por pura necesidad cuando cursaba el octavo grado.
Había pasado el primer año de secundaria durante el cual no me había empatado ni con una mosca y es que en aquel tiempo si no bailabas, las muchachas ni te miraban y ya eso para mi era mucho desaire. Así que un día decidí aprender los primeros pasos y las vueltas más sencillas, para impresionar a las chicas en el más cercano viernes de recreación, donde casi siempre tocaba algún que otro grupo musical que visitaba la escuela.

 Me costo dios y ansias cogerle la vuelta pero ya para la fiesta de fin de curso yo bailaba hasta en la rueda de casino que solo admitía a los expertos, ah y tenía por novia a una mulata de ojos azules con cuerpo de criollita de Wilson, se llamaba Gladys, que mulata aquella, (de acordarme nada más quisiera tener la maquina del tiempo y virar pá atrás) y como bailaba, llegamos a hacer una pareja que nos comunicábamos nada más de mirarnos a los ojos o con un leve roce de las manos o cualquier otra parte del cuerpo.

Y llegó el día tan esperado, la fiesta de fin de curso, la hicimos en el liceo de la Habana Vieja, que en aquellos momentos era el emporio del casino, allí, Rosendo y Caruca una popular pareja de bailes de la televisión cubana, había formado un interesante grupo de bailadores de casino y estaban invitados a nuestra fiesta, tenía por objeto establecer una competencia de baile y que ganara el mejor, recuerdo a León un compañero de mi escuela, muy bien parecido y siempre impecable y muy popular entre la población femenina de la escuela, bailaba como un ángel, ¿los ángeles bailan? ¿no? Bueno, entonces como Changó, quiero decir que bailaba que se pasó y ya enseguida la gente del Liceo le quería incluir en sus filas, pero como era lógico, tenia primero que competir como parte de nuestro grupo, y sin mucho alarde, de verdad que estábamos bien afilaos, el acople que teníamos las doce parejas que componíamos la rueda era de envidia y de las composiciones coreográficas, que en realidad eran vueltas bien estructuradas, ni hablar.

Comenzó la competencia y aquellos lustrosos salones, tan iluminados y decorados fueron testigos de una batalla campal, en el mejor de los conceptos, la lucha fue pasillo a pasillo, vuelta a vuelta, solos, improvisaciones, había de todo como en botica, primero competían las parejas y al final las ruedas de casino, yo con mi mulatona estaba orondo, cuando me tocó salir a la pista puse alma corazón y vida y ella puso todo su cuerpo a vibrar, no hacía falta más, al jurado compuesto en su mayoría por hombres, se les caía la baba viendo aquel monumento mover las caderas y los hombros, quedamos en tercer lugar, eso para mi era como tocar el cielo con las manos, León y su pareja en segundo lugar y un muchacho de apellido Larrinaga, quedó empatado en primer lugar con otro que se llamaba Orlando, ambos del Liceo de la Habana Vieja, futuros competidores del programa “Para Bailar “ de la televisión cubana.

Llegado el momento de la competencia colectiva, empezaron los chicos del Liceo incluyendo a los prestigiosos bailarines Rosendo y Cary, aquello era impresionante, vueltas y mas vueltas, cambios de parejas cruzadas, giros a derecha e izquierda, palmadas, voces de mando firmes para dirigir aquella rueda compuesta por quince parejas. Muy bueno todo lo que hicieron, casi rayaban la perfección. Nos tocó a nosotros entrar al centro del salón,

León era quien dirigía la rueda, las ordenes eran precisas y certeras, todo iba saliendo muy bien hasta que ya casi llegando al final de la ejecución donde cerrábamos con un adiós, que no era más que vueltas continuas con la pareja entrelazada, no se si serían las dos pergas de cerveza que se había tomado antes de comenzar esta parte de la competencia, o si fue qué con tantas luces en el salón girando a una velocidad increíble, nuestro invencible León se había mareado, solo recuerdo, porque pasó muy rápido, que lo vi soltarse de su pareja y dar dos o tres pasos tambaleantes hacia el centro de la rueda y caer sentado de fondillo, quedarse quieto mientras se hacia un silencio fantasmal en el gran salón, de pronto comenzó a vomitarse sobre la cazadora que llevaba, que por cierto, dejaba ver un alfiler de donde colgaba un cartón con la inscripción “alquilado- pendiente de pago.” Allí mismo murieron nuestras esperanzas de ser la mejor rueda de casino de la Habana y allí quedaron sepultadas las ínfulas de Don Juan de nuestro León tusao.